El pasado miércoles 11 de abril tuvo lugar el círculo de silencio en Ceuta, compartimos el comunicado que leímos:
Un mes más, queremos ser la voz a través de nuestro silencio de todas las personas inmigrantes y refugiadas silenciadas.
El pasado viernes, un joven fue atropellado y murió en el Muelle de la Puntilla en su intento de llegar a la península en busca de un futuro mejor. Ha sido una muerte evitable e innecesaria que pone de manifiesto la situación de vulnerabilidad y desprotección que sufren estos jóvenes y menores. Pedimos justicia para que hechos como éste no se repitan ni queden impunes, que nadie tome la justicia por su mano y se valore la vida de cada persona por encima de su situación.
Por otra parte, cada vez más inmigrantes se lanzan al Mediterráneo para tratar de alcanzar las costas españolas. Durante los tres primeros meses del año, un total de 139 personas han fallecido en su intento de llegar a las costas españolas a través del Mediterráneo, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). La cifra es tres veces mayor a la registrada en el mismo periodo del año pasado.
El pasado 1 de abril, Ass, único superviviente de un naufragio en Tarifa, confirmó que su primo era uno de los fallecidos. “Los vi en el agua y gritaban a mi alrededor… Veía sus caras, gritaban. Hasta que dejaban de hacerlo". Localizaron cuatro cuerpos sin vida, pero entre ellos no estaban todos: siete compañeros más habían desaparecido. Seck era una de las personas que rogaba auxilio desde la embarcación… Hasta que se hizo el silencio.
Es uno de los nombres escondidos entre las cifras de fallecidos registradas durante el primer fin de semana de abril, cuando las fuertes olas empujaron al agua a once de los doce migrantes que aquel día decidieron tratar de alcanzar las costas españolas desde Marruecos.
Tras cada número, una familia preocupada teme confirmar la peor de las sospechas.
Tres bomberos sevillanos se enfrentan en Grecia a penas de hasta 10 años por rescatar personas en el mar cerca de la isla de Lesbos, su barco de salvamento sigue detenido, secuestrado preventivamente por orden de un juez en Sicilia, donde acusan a sus tripulantes de favorecer la inmigración irregular.
El Mediterráneo corre el peligro de quedarse sin testigos de las tragedias que siguen ocurriendo día tras día.
La estrategia de criminalización de la sociedad civil movilizada en defensa de los derechos de migrantes supone perder instrumentos vitales para salvar vidas, además de un apagón informativo de primer orden porque ya apenas quedarán testigos civiles de lo que el mar se traga, de lo que el mar sepulta. Necesitamos explicaciones claras y políticas activas de los gobiernos europeos que no quieran ser cómplices de esta vergüenza.
¡BASTA YA!
POR UN ESTRECHO DE VIDA Y ESPERANZA!
¡POR UN MAR SOLIDARIO Y ACOGEDOR!
NO MÁS MUERTES EN EL ESTRECHO.
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