Ayer, como otros miércoles, comenzamos nuestro CÍRCULO DE SILENCIO trayendo situaciones que en este momento GRITAN JUSTICIA.
La muerte de Samuel, el niño migrante
cuyo cadáver fue hallado el viernes 27 de enero en la playa de Zahora (Barbate),
nos ha conmocionado a todos.
En lo que va de año, en tan solo un
mes, 3.871 personas han llegado a Europa desde África, Asia u Oriente Medio
buscando una vida mejor. Casi el 100% han llegado por mar y 246 se han ahogado
en el viaje. Además, en todo 2016, más de 5.000 personas murieron en el
Mediterráneo, y se estima que un tercio de los migrantes y refugiados son
menores de edad. Son millares los que han muerto en el mar por buscar una
vida mejor. Detrás de cada número de fallecidos o desaparecidos hay una
persona, una familia, un pueblo, una nación; pero también una hambruna, una
guerra, una persecución, una extorsión, una injusticia, una
pobreza.
Es una vergüenza una inmigración trágica que acaba matando a
millares de personas adultas, a jóvenes y niños, para la que no se buscan
soluciones eficaces suficientes, ni en sus países de origen, ni en los de
tránsito, ni en los de su llegada. La muerte de este
niño, además, pone en relieve cómo los niños son los más vulnerables en el
drama de las migraciones y están expuestos aún a mayores riesgos.
La única forma de evitar las muertes en el Mediterráneo
es estableciendo rutas seguras y legales. España tiene una gran responsabilidad
ya que la frontera sur es la puerta de entrada de muchos migrantes y refugiados
y debe hacer todo lo posible para protegerles y darles una acogida digna.
La bienvenida que se hace en Europa a
la infancia refugiada no está a la altura de la situación actual. En 2016, siete de cada 10 niños solicitantes de asilo en Europa
huía de los conflictos de Siria, Afganistan e Iraq. En Febrero de 2016, la
Oficina de EUROPOL denunciaba que 10.000 NIÑOS migrantes y refugiados, no
acompañados, se encontraban en paradero desconocido. Actualmente hay niños y
niñas en Grecia y Turquía atrapados en ninguna parte, cuya familia se encuentra
ya en la Unión Europea.
A pesar de que 3.754 niños y niñas solicitaron asilo en España en 2015, el
sistema de asilo no está adaptado a las necesidades de las familias y de los
menores que viajan solos. La infancia
queda desprotegida y es ignorada en los acuerdos y en las políticas que se
están estableciendo. España está anteponiendo la condición de migrantes a la de
menores de edad y existen contradicciones entre las leyes y las prácticas
dirigidas a controlar los flujos migratorios y las que tienen que fin proteger
a los niños. En este sentido, el Gobierno debería garantizar entradas seguras,
sin obligar a nadie a hacer un viaje peligroso y lleno de obstáculos. Además,
el Gobierno español debe liderar e impulsar un cambio de políticas europeas
para dar respuesta a esta crisis de refugiados, velando por los derechos de los
niños de forma prioritaria. Por un lado, debe apoyar y promover políticas
orientadas a garantizar que los refugiados reciban protección en la Unión
Europea, de acuerdo con el derecho internacional. Y por otro, debe garantizar
que la ayuda oficial al desarrollo no está condicionada a las políticas
migratorias de los países de origen.
También
pedimos a LA UNIÓN EUROPEA QUE CUMPLA EL DEBER DE SOCORRO. 430 entidades
denuncian la pasividad de la Unión Europea ante la emergencia humanitaria en
Grecia y los Balcanes Más de 75.000 migrantes y refugiados llevan meses varados
en Grecia, la antigua República yugoslava de Macedonia, Serbia, Eslovenia,
Croacia, Hungría y Bulgaria, muchos de ellos a la espera de su reubicación a
otros países de Europa. El sufrimiento de estas personas se ha agravado con la
llegada del invierno, uno de los más fríos en los últimos años. Las
temperaturas bajo cero por la ola de frío polar que azota Europa estas semanas,
unido a las pésimas condiciones en que viven muchas de estas personas ha
provocado numerosos problemas de salud, congelación de miembros o incluso,
riesgo de muerte. A pesar de los esfuerzos llevados a cabo, el hecho es que la
preparación de todos los campamentos para el invierno no se ha completado y
muchos refugiados continúan viviendo en tiendas. "Se trata de salvar
vidas, no de papeleos y de cumplir las disposiciones burocráticas", ha advertido
el Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR). Médicos Sin Fronteras ha
denunciado el pasado jueves que se han registrado ya casos de congelación de
miembros entre los alrededor de 2.000 migrantes y refugiados que se encuentran
atrapados en Belgrado, donde en los últimos días se han registrado temperaturas
bajo cero.
Hoy,
con nuestro silencio, queremos expresar nuestra solidaridad, nuestra denuncia y
exigir a los Gobiernos de España y de Europa que velen por los derechos DE
TODOS LOS REFUGIADOS E INMIGRANTES en especial por los de los niños y que se garanticen entradas seguras, sin obligar a nadie a hacer
un viaje peligroso y lleno de obstáculos. Especialmente, tenemos presente a SAMUEL el niño que apareció muerto en la costa
de Barbate.
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