eL 9 DE AGOSTO, en
silencio, quisimos expresar una vez más que nos sume en el desconcierto como
cada día, cada hora, hay cientos de inmigrantes y refugiados a los que se les
sigue negando el derecho a buscar una vida mejor y más segura en países
europeos donde sus derechos sean respetados.
Pedimos que las leyes,
actuales o futuras, relativas a la inmigración y el asilo sean respetadas.
Deploramos la utilización de inmensos recursos técnicos y financieros en la
construcción de nuevas barreras y en la multiplicación de actos de violencia
contra las personas en movilidad transnacional y/o potenciales solicitantes de
asilo.
Quisimos hacer nuestras
las palabras de Nelson Mandela:
“No hay camino
fácil para la libertad en ningún lugar y muchos de nosotros tendremos que pasar
por el valle de las sombras una y otra vez antes de llegar a la cima de la
montaña de nuestros sueños.
Dejad
que la libertad reine. El sol nunca ha iluminado un logro humano más glorioso.
- Un
hombre que le arrebata la libertad a otro es un prisionero del odio, está encerrado
tras los barrotes del prejuicio y de la estrechez mental.
- Ser
libre no es sólo liberarse de las propias cadenas, sino vivir de una forma que
respete y mejore la libertad de los demás.”
Porque todo individuo tiene derecho a
la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. (Artículo 3 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos).
Porque toda persona tiene derecho a circular
libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. Tiene
derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país. (Artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos)
Desde aquí llamamos a la
conciencia de todos los ciudadanos a implicarnos en el cambio hacia una
sociedad más justa y solidaria ya que es una responsabilidad que todos y todas
compartimos.
Y para terminar
este comunicado, nos gustaría dedicar estas palabras a todas aquellas personas
que sufren y mueren a causa de las fronteras:
Compañero, que los
sueños que dejas en estas aguas, que todos los sueños de cada una de las
personas que mueren por la misma causa injusta, sirvan para que regrese la
sensatez y la justicia, y que hagan reflexionar a todas aquellas personas que
desprecian las vidas ajenas. Que vuestras muertes sirvan para llenar de vida,
de fuerza, de valor y dignidad a quienes os acompañaron y a quienes están del
otro lado. Que todo esto sirva para que no siga ocurriendo más, que ¡no es
justo!, que sirva para que se hagan políticas que respeten los derechos
humanos.
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