jueves, 11 de mayo de 2017

CÍRCULO DEL SILENCIO DEL MES DE MAYO

Como todos los segundos miércoles del mes, nos reunimos el día 10 en la Plaza de la Constitución con el objetivo de hacer una denuncia social y concienciar a la población ceutí de una forma diferente. El silencio y la reflexión son nuestra forma de reivindicar, una vez más, nuestra condena a las políticas de migración de España y de la Unión Europea, que se traducen cada día en más muertes.



El Parlamento Europeo ha presentado hace unos meses la creación de un Fondo Fiduciario de Emergencia de 1.800 millones de euros para África en materia de cooperación (consultar documento aquí). A simple vista, esta propuesta podría parecer una idea acertada de Bruselas, ya que la cuantía de ese fondo se dedicaría a países como Uganda, Camerún, Mali o Senegal. Sin embargo, cuando se analiza a qué se dedicará concretamente el dinero, la idea se convierte de golpe en una decisión perversa y repulsiva; en lugar de poder destinarse a proyectos de educación, de saneamiento y agua, o políticas de salud pública, se dedicará a que determinados países actúen de policías en las fronteras de la UE. Se prioriza la seguridad, la consolidación de la Europa fortaleza, a la reducción de la desigualdad. 

Estamos también ante un nuevo episodio de la externalización de fronteras, como la que se da en Turquía, Túnez o Marruecos. Donde se utilizan los países más empobrecidos, en guerra o con dictaduras criminales. Hablamos, entre otros, de Eritrea, Somalia, o Sudán. Estados que recibirán parte de los 1.800 millones para que impidan a los migrantes o refugiados salir de su país, que si ya han salido, les impidan el tránsito, o que los acepten de vuelta una vez sean deportados desde Europa.

Es un fondo de chantaje y, como el acuerdo entre la UE y Turquía, un contrato de servicios. La UE está dispuesta a seguir dando fondos a gobiernos corruptos, autoritarios y que violan permanentemente los derechos humanos, como por ejemplo Sudán, cuyo presidente está perseguido por el Tribunal Penal Internacional.

La Unión Europea vuelve a pagar a cambio de que estos países repriman y controlen los flujos migratorios sin importar lo que hagan para ello. 

Muchas veces, desde organizaciones de defensa de los derechos humanos, se ha insistido en que había que actuar en el origen de la migración para resolver las causas reales del empobrecimiento de los países de origen. 

Esas causas son: 

  • La explotación y el expolio de recursos humanos y naturales por parte de las multinacionales.
  • El acaparamiento de tierras.
  • El apoyo de la UE y sus Estados miembros a gobiernos corruptos y autocráticos.
  • El negocio de las armas.
  • Las consecuencias perniciosas del pago de la deuda externa.

La comunidad Europea sigue apoyando la encarcelación en los CIEs de personas migrantes sin que hayan cometido delito alguno y la deportación y expulsión forzada de personas. Parece que es necesario recordarle algo tan básico como que migrar es un derecho humano de toda persona y que dar asilo es nuestra obligación.

Concretamente en España, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha anunciado que abrirán tres nuevos Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs) en España, en Madrid, Algeciras y Málaga. Las condiciones de los CIE llevan años siendo denunciadas por numerosas ONG y por la Defensora del Pueblo. En diferentes informes las organizaciones han documentado malos tratos, hacinamiento, incomunicación e indefensión legal de los internos y ausencia de asistencia sanitaria permanente. Cada vez más colectivos sociales y partidos políticos exigen el cierre definitivo de los CIE ya que entienden que la propia privación de libertad por una falta administrativa es una vulneración de derechos humanos en sí misma. 

Traslado forzoso de un grupo de migrantes de Argelia

Además, queremos denunciar la decisión reciente de trasladar un grupo de personas migrantes de Argelia del CETI al CIE de Madrid. Este traslado ha sido forzoso, sin ningún tipo de garantía ni información, y es muy probable que se les deporte de forma inminente. Su futuro ahora mismo es muy incierto. 

Por todo esto, lanzamos de nuevo este grito en silencio. Desde la Frontera Sur denunciamos e informamos sobre estas vulneraciones de Derechos Humanos que pasan desapercibidas, y nos convierten en una sociedad cómplice de esta realidad. ¡PENSEMOS, SOLIDARICÉMONOS, ACTUEMOS!






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